Estimado Leopoldo
López:
La historia de
Venezuela y el mundo, se ha desarrollado -para bien o para mal- alrededor de
personalidades que con sus aciertos o errores han llevado a las naciones a su
presente realidad. Venezuela no es la excepción a esa dinámica histórica y
muchos han sido los personajes que desde la época de la independencia hasta
nuestros días, han dejado su maravillosa marca o, por el contrario, su legado
de calamidad y desastre.
Como todo político,
has tenido tus seguidores y detractores, pero si algo te ha caracterizado en
estos dos últimos años es romper con la inercia en la cual nos ha sumido la
actual dictadura y sobre todo, algunos “líderes” de oposición. Y eso, Leopoldo,
es algo que te agradecemos… Lograste sacudir y remover a una sociedad que
parecía condenada a resignarse y arrodillarse ante el actual régimen que nos
intenta pisotear de una vez por todas.
Estas líneas salen
a la luz mientras tú te encuentras encerrado en una celda, producto de una
sentencia propia de un corrompido sistema judicial que le sirve de brazo legal
a los cobardes que ostentan el poder. Pero esa sentencia te ha quitado el papel
de víctima; es una sentencia que le está demostrando al mundo quién eres, en
qué crees y por qué luchas.
Esa sentencia ha
dejado atrás a los cobardes Maduro, a los corruptos Cabello, a los decepcionantes
Capriles, a los borregos del PSUV, a los electoreros de la MUD; esa sentencia
te ha dejado como el líder que no se ha doblegado, que no se ha resignado, que
no se ha vendido a una dictadura cobarde y borrega de sus propios negocios.
Tu lucha ha servido
para que la Resistencia siga creyendo, organizándose y luchando por la libertad
de Venezuela. Esa lucha en la cual dejamos de ser sujetos pasivos, en la cual
dejamos de ser borregos, para afrontar todos los obstáculos que nos ha puesto y
nos seguirá imponiendo la actual dictadura.
Pase lo que pase,
ya eres parte de la historia de Venezuela. Te mantuviste del lado correcto de
la Historia y con ello, has arrastrado a millones de venezolanos que están
hartos de la violencia, las mentiras, la corrupción, la repugnancia que emana
de las paredes de Miraflores. Estás encerrado, pero eres más libre que tus
propios verdugos; estás encerrado, pero eres más libre que aquellos que no
saben cómo afrontar y canalizar una verdadera lucha contra la dictadura; estás
encerrado, pero cada día que pasa, la dictadura pierde fuerza y tú ganas
fortaleza.
Fuerza, Leopoldo…
Cuentas con una maravillosa familia que te apoya; cuentas con los venezolanos
de buena voluntad que se siguen organizando debajo de las faldas de los Maduro,
Cabello y compañía; cuentas con el apoyo de aquellos que si bien no están en la
lucha, te protegen con sus innumerables oraciones; y sobre todo, cuentas con el
beneplácito de la Historia. Esa misma historia que dentro de poco juzgará y
verá caer a cada uno de los verdaderos culpables y monstruos que con sus
acciones o pasividad han sumido a Venezuela en esta neo-dictadura.
EL QUE SE CANSA
PIERDE…